- Correspondencia sobre categorías en la filosofía contemporánea1
Las cartas que se presentan a continuación nos ayudan a reflexionar sobre la identidad, género, transición, biopolítica, necropolítica y hospitalidad. Con base en el análisis, pensamientos y reflexiones compartidas durante la 6ta sesión del taller de Tesis en UACM, plantel San Lorenzo Tezonco, se abordaron categorías filosóficas y reflexiones personales. Cada una de ellas se cuestiona sobre la estructura que puede llegar a ser desafiada y re imaginada.
Un refugio compartido: la hospitalidad de nuestra amistad
Querida Laura, espero te encuentres bien,
Sabes, nuestra amistad es como el espacio que habitamos, en donde constantemente estamos en un intercambio de palabras y sentimientos, pero sobre todo de hospitalidad. Esta categoría la conocí en una clase con la profesora Roxana y he notado que, dentro de su concepción, se denota como una paradoja fundamental; es decir, que se ofrece un espacio para el otro sin perder la propia identidad.
Quiero pensar que la hospitalidad no sólo es pensada como un acto de recibir al otro en nuestra vida, sino también como la conformación que nosotros tenemos para relacionarnos con el otro.
Derrida señala la condición que posee la hospitalidad, éste se deriva de los límites y nos señala una pregunta esencial, ¿cuál es el momento en que debemos cerrar las puertas para protegernos, para proteger lo que consideramos propio, si cuando yo te conocí no existía ninguna “frontera”? La idea de Derrida, no busca dar una solución definitiva, si no que pretende reflexionar sobre las condiciones que pueden ser exploradas sin ser resueltas.
En muchas ocasiones, tú y yo hemos hablado de los límites que se imponen desde el ámbito social, económico, político e incluso de nuestro ser; límites donde la hospitalidad se presenta como un gesto personal. ¿tú quién crees que es el “otro” al que se le ofrece esta hospitalidad?
Laura, te invito a pensar en nuestras interacciones cotidianas, vistas desde que recibimos y damos hospitalidad, abriendo o cerrando nuestro ser; exponiendo nuestra confianza y vulnerabilidad.
Te dejo estas preguntas en blanco, recordándote que los limites no sólo son ajenos, sino propios.
Esperando que podamos seguir discutiendo este tema.
Como siempre, con la sinceridad que caracteriza nuestra amistad, me despido.
Con cariño y reflexión, Laura Quezada 🙂2
Carta a mi amiga del Salvador
Querida Wendy, recuerdo con cariño nuestras largas conversaciones en videollamada, donde debatíamos sobre filosofía e ingeniería. A pesar de la distancia, esos momentos siempre me han acompañado tanto en lo académico como en nuestra amistad.
Quiero detallar desde lo más profundo de mi ser que significa ser trans. Más allá de la experiencia, el ser trans es como aprender un nuevo idioma; donde las reglas gramaticales se redefinen constantemente, creando nuevas formas de expresión y de comprensión.
Es un proceso de creación constante, un ir de un punto a otro, como estar en un lugar desconocido, sin etiquetas predefinidas. Tu trabajo como ingeniera me recuerda la constante búsqueda de soluciones innovadoras, de nuevas formas de construir arquitecturas y de transformar el mundo. Ser trans es un proceso similar, es una búsqueda constante de habitar un lugar nuevo. Como dice Paul Preciado:
El monstruo es aquel que vive en transición. Aquel cuyo rostro, cuyo cuerpo, cuyas prácticas y lenguajes no pueden todavía ser considerados como verdaderos en un régimen de saber y poder determinado. (Preciado, 2020: 45)
Y me pregunto, ¿por qué existe este vaivén, esta transformación, no sólo en mi experiencia trans, sino también en otras realidades sociales? ¿Hay algún lugar donde no exista el movimiento trans, esta búsqueda de un nuevo significado? La búsqueda podría ser insensata pero no sencilla.
¿Acaso la experiencia trans es un espectro de vigilia, una constante exploración de la identidad que nos recuerda la fluidez del lenguaje y la construcción de nuestras propias realidades? Paul Preciado me responde:
Hacer una transición de género es inventar un agenciamiento maquínico con la hormona o con algún otro código vivo: puede ser un lenguaje, una música, una forma, una relación con una planta, un animal u otro ser vivo. Hacer una transición de género es establecer una comunicación transversal con la hormona, hasta que esta borre o, mejor, eclipse eso que ustedes llaman el fenotipo femenino y permita despertar otra genealogía. Ese despertar es una revolución. Es un levantamiento molecular. Un salto al poder del yo heteropatriarcal, de la identidad y del nombre propio es un proceso de des-colonización. (Preciado, 2020; 45)
Siempre he tenido presente el cambio que elegí respecto en mi vida, al hacer un salto hacia el otro lado, desde que te confesé que estaba en un cuerpo equivocado. Mientras que me respondías confundida si quería hacerme operaciones en mi cuerpo. Yo te respondía que no quería ser un hombre tradicional. Ahora soy un hombre nuevo dentro del régimen político construyendo mi propia masculinidad, fuera de los estigmas sociales sexo-genéricos.
En estos años hemos sido muy unidos. Llenos de alegrías, lágrimas y desafíos.
Te envió un abrazo donde quiera que te encuentres con mucho cariño, Eduardo.3

Carta a una pequeña amiga
Querida Laura:
Sé que en estos momentos no te gusta la lectura. Sin embargo, el motivo de mi carta es para comentarte que en un tiempo no muy lejano vas a estar leyendo y escribiendo como nunca. He hecho mucha reflexión sobre todo lo que te podría contar, pero decidí alentarte un poco explicándote una categoría filosófica.
Para comenzar, tengo que decirte que, para nosotras “mujer” ya no solo es una palabra, es una categoría que me ha llevado a hacerme muchos cuestionamientos. Te preguntarás: ¿cuál es la diferencia entre una palabra y una categoría filosófica? Bueno, la primera es una unidad básica que se combina para formar oraciones y atiende a un significado. En el ejemplo de la palabra “mujer” se deriva del latín “mulier” y tiene como significado “suave” o “débil”, palabras con las cuales algunos filósofos, como Séneca, nos han definido. Pues el aseguraba que la debilidad era un defecto más inherente al carácter femenino. Por otra parte, la categoría filosófica es lo que define, agrupa y contiene así, ayuda a analizar, comprender y establecer relación con objetos y conceptos. Un ejemplo de “categoría mujer” se refiere a la construcción simbólica, cultural y social que se le ha asignado históricamente.
En la academia se dice que lo “femenino” ya no está vinculado a mujer. ¿Pero esto es real? ¿Qué no es ser mujer? ¿O qué debería no serlo? Al contrario de lo que dicen algunas filósofas, yo propongo que puede ser que teóricamente eso suceda, pero en la práctica, esto en la práctica se palpa lejano, ya que es verdad que el género es performativo, se transforma y se desplaza, pero en pleno 2025, lo femenino pareciera que se sigue necesariamente vinculando a la identidad de mujer. Es decir, si lo femenino ya no está ligado al predicado mujer, ¿cómo es que se sigue necesariamente que quien se viste de cierta forma, habla o actúa se le denote como femenino o como mujer? La categoría “mujer” se ha desplazado; se puede decir que una parte se ha deconstruido desde algunos lugares de enunciación donde se dice que la acepción de lo femenino habita en el cuestionamiento de la identidad de mujer.
Me despido sin antes decirte que espero esta carta te pueda hacer reflexionar.
Laura Orosco4

Entre la Bio y la Necro política ¿Cuál es el grado de control que implanta el Estado?
Carta a mis apreciables compañeros:
Con motivo de la muy personalmente esperada sesión de los jueves me dirijo a ustedes con el fin de hacer un ensayo o intento por darles a conocer un poco de lo que pretendo sea mi tesis y sobre todo terminar de explicarme a mí misma la categoría de Necropolítica (Mbembe) que es para mí uno de los mayores detonantes para pensar un tema de tesis. Principalmente me atrapó en un sentido etimológico. En el momento de escuchar y leer la palabra Necropolítica mi mente y mis emociones se remitieron a pensar y horrorizarse ante la posibilidad del encuentro con una ¿política de muerte? Era algo desconocido para mí, pero de manera inocente y aun sin creerlo he caído en cuenta que todos vivimos bajo el poder de esta administración de la muerte.
La administración de la muerte comienza por la llamada soberanía de un Estado que se instala en el momento de la adopción de una forma de gobierno (en este caso capitalismo) con la implantación del capitalismo, la administración de la muerte y la violencia se adueñan de los ecosistemas afectando desde un territorio hasta un animal humano: es decir, un cuerpo antropocéntrico. El capitalismo comenzó con su administración de la muerte y la violencia a través del miedo y el control de los cuerpos y ya no de las vidas como la biopolítica (Foucault) sino de las muertes, por ejemplo (me es más fácil explicar esto con ejemplos), el Estado crea y permite la generación de “poderes particulares”, llámense empresas, sociedades, religión, aparatos ideológicos (Althusser), roles de género, terrorismos, crimen organizado, racismo, alteridad, etc., que se encargan de instaurar el miedo, el control y violencia a los cuerpos, por lo tanto, la muerte. Es decir, si eres empleado de una empresa y ya no estás en edad productiva o en condiciones que te permitan ser fuerza de trabajo explotable, te quedas sin empleo y comienzas a quedarte sin dinero, cuando pasa esto (biopolítica) las empresas y el estado (no provocan la muerte), pero sí mantienen las condiciones necesarias y suficientes para propiciar la muerte de aquella fuerza de trabajo ya no explotable.
Por otro lado, (necropolítica) si eres mujer el Estado junto con otros “poderes particulares” crean las condiciones necesarias para que desde el momento de salir sola de casa, salgas únicamente con miedo, pero ¿si te matan?; el Estado crea las condiciones o respuestas necesarias para que tu (mujer) parezcas ser culpable y se comienza a invisibilizar esa muerte para no darle justicia y al no darle justicia se implanta el miedo a salir solas o simplemente el miedo a salir y al mismo tiempo esta forma de administración de la muerte continua.
Como último ejemplo si eres una persona en desplazamiento territorial ya de por si los estados administran violencia a ese cuerpo desde el hecho de señalarlo como migrante, extranjero (extraño), no ciudadano, pero cuando el juicio es racista la administración de la muerte a este cuerpo es una “justificación” por salir de su país, por invadir territorio y simplemente se olvida su muerte (terrorismo de estado) el racismo es una condición que también el Estado crea para permitir y minimizar la muerte de ciertas personas.
Finalmente ¿una muerte al territorio o tierra es posible? desde el momento en que el capitalismo se adueña de tierras ricas y explotables comienza a crear los medios suficientes para la muerte (extinción) de flora y fauna y del propio territorio, hasta convertirlo en tierra “no virgen”, pero aun explotable, vendiéndola para edificaciones (vivienda y fabricas humanas) desplazando y proporcionando la muerte de la flora y la fauna; pensemos ¿de estos dos elementos cuanto nos queda? Muy poco o quizás casi nada y todo gracias a las grandes metrópolis capitalistas.
Sin más que agregar por el momento, espero haber sido clara y no haberme creado un escenario conspiratorio.
Les agradezco me hayan leído y yo administro mucha vida y un abrazo a todes nosotres.
Guadalupe Pérez5
- Cartas elaboradas para el Taller de Tesis de la Licenciatura en Filosofía e Historia de las Ideas, de la UACM, impartido por Roxana Rodríguez Ortiz. ↩︎
- Estudiante de la Licenciatura en Filosofía e Historia de las Ideas, de la UACM. ↩︎
- Estudiante de la Licenciatura en Filosofía e Historia de las Ideas, de la UACM. ↩︎
- Estudiante de la Licenciatura en Filosofía e Historia de las Ideas, de la UACM. ↩︎
- Estudiante de la Licenciatura en Filosofía e Historia de las Ideas, de la UACM. ↩︎

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